lunes, 6 de junio de 2016

Casi 30


Estado: sin expectativas 

Suena en el soundtrack de mi vida: Devendra Banhart - Baby


Me toca cambiar de decena. Faltan unos meses pero, ya estoy preparada. Treinta años en este mundo. Digamos que ya me he hecho una idea de lo que hay y puedo dar una opinión con pruebas contundentes de la vida en general. Pues no tengo ni puta idea. Siguen pasando los años y sigo sin entender nada. Todo cambia constantemente y cuando me quiero dar cuenta tengo que desaprender y volver a aprender. Los problemas de hoy ya no son los de 10 años atrás, obvio. Pues no es tan evidente porque la política y formas de gobernar siguen siendo exactamente las mismas que hace cientos de años. Así que nada de DAH's! Quizá éste sea el maldito problema, que damos por sentado que existen soluciones para estas cosas tan obvias. 

Pues conmigo es todo lo contrario. No quiero casarme, tampoco quiero tener hijos, no necesito ni quiero un marido que me mantenga, no busco un puesto de CEO que me impida disfrutar de las cosas importantes y no sé qué voy a hacer mañana, de momento vivo el día a día y después ya veré. 
Escuché que alrededor de los veinte la vida es como el juego de las sillas, todas somos libres y corremos desconsoladamente (nadie quiere sentarte. ¿para qué?) y rozando los treinta las cosas cambian, el volumen de la música es menos cañero y la gente se va sentando. Tristemente hay unos que se sientan aunque no les guste la silla pero como es la más cercana lo hacen para no quedarse sin ella. Yo hace rato decidí NO SENTARME. Ahora entiendo por qué de pequeña mi madre me decía que tenía candelillas (hormigas rojas, enormes, que muerden duro) en el culo. Las sigo teniendo. En Latinoamérica (y creo que esto es mundial hacia la mujer) nos educan con esa mentalidad, buscar un marido, casarnos, tener hijos y estar en casa. Odiaba esas frases que tanto me perforaban la cabeza causándome daño cerebral. "Las niñas no dicen palabrotas. Así no se comporta una dama. Estas no son horas para un niña. El fútbol es deporte de hombres. Ojalá encuentres un muchacho de bien". Entre muchas otras que con solo recordarlas se me revuelven las tripas y me causan dolor neuronal. Menos mal que mi rebeldía me hizo estar sorda ante tanta verborrea canalla. Nos dejan claro que por ser mujer eres diferente, no eres igual que un hombre y encima menstrúas. Nos educan para una eterna dependencia.
¡Cómanme el coño! Conmigo se jodieron. 
Yo nunca quise jugar con muñecas, qué cosa tan absurda, una niña cuidando de un bebe. ¿Qué me querían decir con eso? Así no se me hacía tan raro eso de parir y de cuidar de alguien. ¡Pues no! Yo quería jugar con los soldados de mi hermano, hacer guerra, armar fuertes de lego impenetrables y ser la heroína. Saltar las rampas más altas con mis patines, jugar al fútbol y pelearme en la calle. 

He escuchado a muchas mujeres que no tienen ni 30 años decir: ¿a dónde voy yo con 30 años sola? Y hablo de mujeres con una educación privilegiada. Médicas, abogadas, arquitectas, ingenieras. Pues chicas, se me ocurren muchas cosas, a descubrir el mundo, a viajar, a disfrutar la libertar, a conoceros, a meditar, a disfrutar de las cosas que en realidad os hagan feliz, a practicar un deporte, a hacer algo que nunca hayáis hecho, a cosas que no puedes hacer al 100% cuando compartes tu vida con alguien. (Y por favor no me mal interpretéis, no estoy en contra del matrimonio, ni de vivir en pareja, ni nada por estilo siempre y cuando se haga por decisión propia y no por un "peor es nada", " antes que quedarme sola", "qué dirán"). 
Solo quiero decir que NO PASA NADA POR ESTAR SOLA. SOMOS TODO LO QUE NECESITAMOS. No dejen que esta sociedad machista os haga dependientes de un estándar de vida que no queréis. Y si no lo queréis, no hay que aceptarlo. 
NO es NO y no necesita una explicación. 





  



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