martes, 1 de octubre de 2013

Vacaciones en la India + retorno


volvemos: rutina, realidad, inercias, telediarios 
clima: el entretiempo existe, me hace mal la lluvia  
estado: coja en el banquillo de suplentes, sobran argumentos, clandestina 
tiempo: bypass, ataque de pensamientos

suena en el soundtrack de mi vida: HAIM - Falling
Indian bonus track: Titli

Madrid - Zurich - India (Bombay,Goa, Gokarna, Nasik, Hampi) 

no era un vuelo largo. casi 2 horas. gritos, llantos de niños insoportables que no hay empatía que lo entienda y lo aguante. siempre que voy en un avión observo con detenimiento al los pasajeros, unos más lentos que otros, gordos, flacos, bajos, altos... la típica que no puede con su enorme y pesada maleta de manos que aún sigue flipando y dando palmas por haberla pasado y espera que algún caballero la ayude a subirla en los compartimientos de la parte superior de la aeronave. hay otros elementos como los que tienen prisa y te petan el culo, no se darán cuenta que no te puedes mover? que no hay por donde y que hay que esperar? pues no. otros que ni por todo el oro del mundo se levantan para dejarte entrar a tu asiento, haces un tetris de piernas rematado con gambeta como puedes y entras, menos mal que no son ganas de mear. también están los que comen como si no existiese mañana y encima comida de avión (triste), otros que ahogan las penas en botellas pequeñas de alcohol gratis. los que roncan, se descalzan y le huelen las patas, los gordos que se cogen 1/4 de tu asiento. y cuando pides pasillo te encuentras con hostias de la gente y los carritos al pasar. y los que se ganan la rifa de hostias, los que reclinan el asiento hasta verles la calva. y yo me pregunto, qué pasa con la gente? dónde quedó la empatía y esos valores que nos enseñaban en casa? esas cosas de antaño de que algunos seguimos teniendo. y de estos especímenes hay en todos los vuelos y no corren peligro de extinción, al contrario veo el peligro de procreación monopolizada. 

Ir en tren es una de las cosas que más me gustó de viajar por la india. basura, vacas, coches, motos, gente, colores, buhoneros, puestos de comida... la contaminación visual y auditiva supera los límites de lo insoportable. poco a poco te vas haciendo a ello. sentía algo dentro de mi que iba más allá, mis sentidos estaban muy sensibles y receptivos a todo tipo de mensajes o información, tanto así que me saturaba cada 2 metros. Es un lugar donde los sentidos se agudizan. todo es una codazo en la cien y mi paciencia poniendo hojas de reclamaciones. viven entre basura. lamentablemente, la educación no les enseña la consecuencias de la contaminación. El canal que hay a lado del tren mientras hacía paradas, yo era capaz de hacer un plan de comportamiento de mercado. Ya sabía cuales eran los productos de mayor consumo. dentro del vagón, no entienden lo que es la distancia corporal. te intentan vender todo tipo de objetos inservibles que allí causan mayor sensación. No es tan distinto al resto de los demás países, los vendedores ambulantes son algo internacional. Pisotones. Silencios prolongados. Viento en la cara, cabello alborotado. murmullos y miradas, hablan de mi. una blanca en el vagón. al final tampoco es tan difícil entenderles leyendo entre gestos. 



mis sentidos estaban expuestos y el entorno hacía lo que quería con ellos. el sentimiento de nostalgia era el predeterminado, no hacia lo que veía, si no, hacia mi misma (cosas de mi yo interior), entre otros momentos difíciles de describir. lloraba en silencio. al estar abstraída del lenguaje y sin ganas de entender, mi cabeza tenía el laxante perfecto para defecar todo tipo de material sentimentalmente inflamable y dejarme hecha mierda por horas. el paisaje ayudaba a salir de los callejones. saturación de sentimientos y pensamientos. 



seguí todas las medidas de higiene y precaución para no caer enferma de la tripa, lo conseguí. soy un pez que no muere por su boca. entre arroz y huevo sin picante. 
pero aún así tengo las cicatrices en mi piel de mi viaje a la India. he tenido el privilegio de haber vivido la verdadera esencia de la India, al caer de la moto, mal herida, sangrando, a punto de desmayarme, la gente salió de sus casa a socorrerme, yo solo veía entre dientes y pestañas, sentía el ardor del agua que utilizaban para limpiarme las heridas y el sonido de la tijera que cortaba mi pantalón. voces, murmullos a lo lejos, muy lejos, veía blanco, seguía escuchando... nauseabunda, intentaba volver pero mis cerebro no procesaba la información. a mi rescate vino el tuc tuc ambulancia, me dejó en el hospital y ahí empezó mi infección.  



aún no entiendo todo lo que pasa por mi cabeza... me siento como mi tamagotchi que murió en el cajón de mi profesora de matemáticas. lo que mata es la humedad.

volver

tengo 3 sillas y un banco, nunca me siento en ellas. tengo una lámpara en la mesa de noche que nunca enciendo. tengo 10 jean de los cuales uso 3. tengo más de 10 pares de zapatos y uso los más deteriorados. tengo una tele para engañar la soledad de las noches. 4 vasos para una persona. 3 almohadas que hacen la cama más pequeña. 

las cosas no fluyen, el estanque empieza a heder, llenarse de renacuajos y dengue. corro el riesgo de ser atacada. alguna gente y libros de autoayuda dicen que el dinero no lo es todo. yo no busco una gran fortuna, lo único que busco es estar más tranquila y holgada. a todos nos pasa supongo. a veces tengo impulsos de irme y dejar todo a la mierda, pero llevo 4 duros años luchando por "esto" que al final no es nada. escapista de profesión, si estuviera en prisión saldría en la serie de Discovery Channel "Grande Escapes". Es difícil estar totalmente solo, no tienes la opción de volver a casa de tus padres, nadie te surte la nevera de tuppers, no hay comidas familiares los domingo, te preocupas más de lo que deberías, vez los años pasar y la excusa de "aún soy joven" va perdiendo el sentido. 
el muñeco de la salida de emergencias no sabe ni para dónde correr.